Cada 8 de septiembre, la ciudad
celebra la fiesta de su Patrona, Santa María de la Victoria. La Virgen
de la Victoria es patrona principal de Málaga y de su Diócesis desde el 8
de diciembre de 1867, en que es proclamada mediante un breve publicado
por el papa Pío IX.
Con este motivo, la Liga Naval de Málaga asistió a los actos previos, novena y misa celebrada en su honor.
El origen de la imagen de Santa María de la Victoria está ligado a la
conquista de Málaga por parte de los Reyes Católicos que tuvo lugar en 1487. Si bien
las tropas cristianas que alcanzaron la ciudad tenían la esperanza de que los
habitantes se rindiesen y no opusiesen resistencia, tal y como había ocurrido en Vélez-Málaga,
la realidad fue que el asedio fue más duro y se prolongó más de lo esperado.
Esto, junto a los estragos del caluroso estío y la presencia de focos
infecciosos o epidémicos, minó la moral de los soldados cristianos. El rey Fernando decidió entonces comunicar la
situación a la reina Isabel, que se encontraba en Córdoba, y ésta se incorporó al cerco para
elevar el ánimo de sus tropas
Fue en este contexto en el que, según la
tradición, la Virgen
se le apareció al rey en un sueño,
dándole ánimos y esperanza para culminar la empresa bélica contra los
musulmanes. Le aconsejó que no abandonara y que la llegada de unos monjes al
campamento anunciaría la victoria de los cristianos. La Virgen del sueño aparecía
sentada, con el Niño Jesús sobre su pierna. Ambos iban coronados como rey y reina de los cielos, y la Virgen portaba en su mano
derecha la palma de la victoria. Se trataba de la misma
imagen que tenía el rey Fernando en su oratorio de campaña.
La tradición afirma que al poco se presentaron en
el campamento unos frailes de la Orden de los Mínimos,
recientemente fundada por Francisco de Paula, que venían a
solicitar el permiso de los monarcas para establecerse en sus reinos. Ellos
infundieron esperanza en nombre de su fundador para que continuase la
reconquista. En las crónicas de la orden consta la llegada al campamento real
de doce frailes enviados por Francisco de Paula desde el convento de
Plessis-lez-Tours.
A los pocos días de este hecho, las tropas
cristianas conquistaron finalmente Málaga. En agradecimiento por el triunfo,
los reyes decidieron que una de las imágenes religiosas que donaron a la ciudad
recibiera el título de Santa María de la Victoria, ubicándose en una ermita que se
construiría en el mismo lugar donde se había situado el campamento del rey
Fernando. Se conoce con certeza la existencia de dicha
ermita: en marzo de 1491 los monarcas entregaron, para su cuidado y el culto,
al ermitaño fray Bartolomé la "hermita de Nuestra Señora de la Bitoria" y las
tierras colindantes, según consta en los libros de repartimientos de Málaga, reservándose
ellos su propiedad y patronato tanto sobre la imagen como la capilla. Dos años
después, en 1493, los Reyes Católicos la donaron mediante real cédula
a los frailes mínimos, y aquel se convertiría en el lugar del primer convento
de la orden en España. Desde allí, y a través de sus distintas fundaciones, la
orden de los Mínimos propagaría la devoción a la Virgen más allá de Málaga.
LIGA NAVAL DE MALAGA
LIGA MARÍTIMA ESPAÑOLA